Fuente: El Universal
¿Tu animal de compañía te sonríe? Cuando llegas a tener tanta empatía con tu mascota, llegas a interpretar sus acciones como con cierta lógica humana.
Sin embargo, no hay que olvidar que es un animal, y por tanto, necesita ser tratado como tal. Con mucho cariño y respeto, pero sin llegar a “humanizarlo”, porque sólo se alterará su comportamiento y se confundirá.
Un caso muy especial es cuando un perro sonríe. Pareciera que esta actividad es propia de los seres humanos, pero resulta que no, que los animales responden con algo parecido a las sonrisas cuando tienen actividades positivas.
Un estudio de la Universidad de Portsmouth demostró, por ejemplo, que los orangutanes fueron los primeros en desarrollar expresiones faciales que forman la base de la risa, y se registran cuando sienten empatía y mimetismo entre ellos.
Del mismo modo, el neurólogo Jaak Panksepp descubrió que tanto como ratas y perros se ríen cuando juegan con los de su especie, y emiten sonidos como los de un bebé humano divertido. Pero no es sólo en mamíferos.
El profesor en Psicología de la Universidad de Tennessee, Knoxville Gordon, comprobó que las tortugas también juegan, y extendió la idea de que el juego es divertido para los animales que no son mamíferos. En otro sentido, sirve como entrenamiento para que puedan responder a los imprevistos que tiene la vida.
Volvamos a los perros. Chii es un perro que se hizo famoso por la expresión dulzona que tiene cuando lo atienden sus dueños. Se volvió todo un meme en internet:
Actualmente se estudian los juegos en los animales, que han demostrado funcionar para aprender cosas nuevas, y mantenerse sano física y psicológicamente. Los resultados se espera puedan ayudar a los seres humanos. Por ejemplo, una investigación en ratas ha mostrado algunas ideas para atender con juegos el Síndrome de Falta de Atención con Hiperactividad en los niños.
Mientras esto se concreta, hoy es un buen momento para que vayas a jugar con tu animal de compañía.
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