Sociedad Protectora de Animales y Medio Ambiente Trawa Kalen

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4 de julio de 2011

El último deseo de un hombre moribundo fue reunirse con su perro.

La comunidad se unió para cumplirle a un hombre sin hogar su último deseo. El hombre quería ver a su perro una vez más. No era una simple solicitud, sino que para él significaba todo en sus últimos días.Las personas involucradas con el último deseo del hombre lo describen como algo que nunca olvidarán. Ahora que se ha ido, siempre atesorarán los recuerdos del hombre y de su mejor amigo.

La perrita, Yurta (Yurtie) está adoptada en nuevo hogar. "Ella está llena de vitalidad y sólo trae mucho amor y energía dentro de casa", dice la nueva dueña del perro, Kate. Se está acostumbrando a su nuevo hogar, arropada por Kate y Eric de Marion, sus adoptantes.

"Cuando la vimos por primera vez pensamos, su historia es muy convincente, pero a menudo estas historias son sólo palabras", dicen sus nuevos dueños. Yurta estaba acostumbrada a vivir con un hombre sin hogar, de 57 años de edad, Kevin McClain, en Cedar Rapids, en su coche. Pero hacía un mes que el hombre había enfermado de cáncer de pulmón. Los paramédicos lo llevaron a Mercy Medical Center, y más tarde a la Casa de Hospicio. Yurta fue al refugio de animales. "En la transición de nuestra ambulancia a la cama, él dijo: 'Yo tengo un perro'", comenta Jan Erceg, del Área Servicio de Ambulancia Paramédico Especialista. "Él dijo que su nombre es Yurt y en ese momento recordé que había una perra que encajaba con la descripción y el nombre en el refugio donde yo era voluntario", dice Erceg.

Desde el día que Yurt y Kevin se separaron, él quería a verla. Fue su último deseo. La Casa Hospicio, el servicio de ambulancia y la vivienda se unieron para hacer que sucediera. "Y el momento en que abrió los ojos y vio que el perro le reconoció al instante... Yurtie lamió sus brazos, le lamió la cara ", dice Erceg. "Fue un par de días después de que Kevin ingresara aquí en la Casa Hospicio. "Ahora, juntos, todo iba bien", cuentan Dennis y Donna, coordinadores de atención al paciente de la Casa Hospicio. Al final, este compañero estuvo con su dueño incluso en la muerte. Eso es un verdadero compañero que la UNGS sabe que tiene ahora. "Nosotros somos su familia y ella es nuestra familia", dicen de Yurta.

Fuente: http://www.kcrg.com/news/Dying-Mans-Final-Wish-to-be-Reunited-With-Dog-124040304.html


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