
La terapia consiste en exponer al animal a esta situación, pero acompañado de una experiencia agradable. Para ello, "hay que grabar ruidos de fuegos artificiales y ponérselos al animal a bajo volumen mientras se juega con él o se hacen otras cosas, para luego ir aumentando gradualmente el volumen y uno ir apartándose de a poco". Si se pone muy nervioso, hay que detener la actividad. La meta es lograr que la mascota pueda manejar esos ruidos con tranquilidad.
Otra medida adecuada es, el día 31 de diciembre, agotarlos sacándolos a dar un paseo y dándoles después un buen plato de comida, permitiendo así un sueño más pesado.
Las flores de Bach o la homeopatía también andan bien. Se puede usar phosphurus y, en flores de Bach, rescue remedy, rock rose, cherry plum o mímulus, aclara Maricarmen Barba, médico veterinaria de la Clínica Naturalvet y especialista en comportamiento animal (etología). Claro que siempre es mejor preguntarle antes a algún veterinario que trabaje en esta línea de terapias. Durante la noche de Año Nuevo, el escenario cambia si los dueños celebran en casa o salen, aunque en ambos casos se sugiere dejar al animal en una pieza sin ventanas, lo más aislado posible de los ruidos, con abundante agua y algún televisor o radio encendidos.
Efecto paradojal
Si la familia permanece en el hogar, no es aconsejable que le hagan cariño al animal mientras está asustado. "Esto, porque al acariciarlo la persona va confirmándole que ese estado de nerviosismo o temor es lo correcto". Al contrario, si la mascota queda sola, hay que dejarla en una habitación sin artefactos eléctricos a su alcance, sin cadena puesta y con las ventanas bien cerradas (ya que pueden tratar de escapar). También acordarse de la música o la TV e incluso se le puede dejar una prenda de ropa con olor a su amo. Para usar sedantes es indispensable conversar antes con el veterinario. Estos fármacos no sólo pueden traer respuestas inadecuadas a nivel de presión sanguínea, sino que incluso hay gatos que responden de manera contraria, es decir, se ponen aún más inquietos, lo que se conoce como "efecto paradojal".
Fuente:
MARÍA PAZ CARVAJAL.
http://www.conciencia-animal.cl/paginas/temas/temas.php?d=1065
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